Llegamos a la bonita área de Bilbao después de un gran temporal en los últimos 70 kilómetros de viaje, justo al llegar amaina el temporal y queda una bonita noche. En el área nos atiende el vigilante nocturno ya que llegamos pasadas las 10 de la noche. Debemos abonar los 15 euros de la pernocta al vigilante y elegimos una plaza con unas preciosas vistas de la ciudad. En el área encontramos información del autobús urbano que pasa a escasos metros y que nos lleva al mismo centro.
Nos preparamos para irnos a pasar el día entero por Bilbao. Cogemos la línea 58 y abonamos los 1,30 euros de cada billete ya que no disponemos de tarjeta de bus de aquí. La ultima parada de esta línea nos lleva a los pies de casco viejo. Empezamos un paseo por la Ribera de la ría dirección al Guggenheim y nos desviamos un poco para pasar por la oficina de turismo y que nos indiquen algunos sitios para visitar. Una vez llegados al museo seguimos nuestro itinerario de vuelta adentrándonos por las calles para acabar visitando el casco antiguo y las famosas 7 calles y como no, degustando unos pinchos para finalmente volver al área en el 58.
Partimos de Bilbao dirección a Santander por las tranquilas carreteras de la costa. Nuestra primera parada es en Castro Urdiales. Debido a la fuerte lluvia tenemos que hacer una ruta turística desde la autocaravana. Continuamos dirección a Laredo donde encontramos un mercadillo semanal de ropa y alimentación y aprovechamos la tregua de la lluvia para visitarlo. Aparcamos en una calle detrás de la estación de autobuses. Reanudamos el viaje dirección a Santoña donde aparcamos al final del paseo, junto a las fortificaciones. Comemos en un magnífico restaurant un sabroso menú y de nuevo tenemos que dejar para otro viaje la visita al faro del Caballo debido a la lluvia. Finalmente nos dirigimos a visitar la playa de Langre antes de llegar al área de Santander.
Nos levantamos con una pequeña tregua de lluvias y nos dirigimos andando hacia el casco antiguo que está a dos kilómetros del área. Vamos a La Oficina de turismo donde nos indican los puntos más importantes para visitar. Por mala suerte es lunes y todos los museos cierran, así que nos perdemos el museo de la prehistoria. Como la lluvia vuelve a hacer acto de presencia, compramos la tarjeta de autobús y nos dirigimos hacia la península de la Magdalena (desde el paseo nos lleva las líneas 1, 2 o 7. Visitamos este bonito lugar dando la vuelta circular marcada y disfrutando de las magníficas vistas. Empezamos el ascenso por la zona de las caballerizas. El majestuoso palacio es el punto medio del recorrido e iniciamos el descenso hacia un pequeño museo de navegantes al aire libre y un mini zoo. Para acabar nuestra visita a Santander nos dirigimos al faro de cabo mayor con la línea 1 del autobús urbano que nos deja a un paseo de 15 minutos (en verano hay una línea que sube hasta allí). Después de visitarlo bajamos andando hasta la playa del sardinero y desde allí al parque Atlántico de las llamas que está justo enfrente del área. Cogemos la autocaravana para ir a visitar Lierganes y merendar, aunque ya tarde, sus deliciosos churros con chocolate. Finalmente ponemos rumbo a Cabarceno para dormir en el parking de al lado del lago.
Hoy dedicamos todo el día a visitar el parque de la naturaleza de Cabárceno aprovechando que la previsión del tiempo indicaba que iba a ser un fantástico día soleado y se cumplió. Entre visitar todos los rincones del parque, los paseos en los teleféricos, la visita al "reptilario" y los espectáculos de leones marinos y aves rapaces, se hacen las 8 de la tarde y ya salimos para volver a dormir en el mismo sitio y dar de comer a los patos del lago.
A primera hora vamos a Puente Viesgo para visitar sus cuevas. De las 4 cuevas, solamente están abiertas dos y solo quedan entradas para la cueva de las monedas. Nos guía una fantástica arqueóloga que nos explica la parte geológica y nos muestra el arte rupestre, que aunque solo está en una galería, es muy claro y fácil de interpretar por los niños. Acabada la visita nos dirigimos a Santillana del mar y aparcamos en el parking gratuito de la estación de autobuses. Visitamos sus bonitas calles y nos compramos unos deliciosos sobaos pasiegos. Continuamos el camino hacia Comillas, donde aparcamos al lado de la playa y comemos con unas estupendas vistas al mar. Visitamos el monumento al marqués de Comillas, el cementerio que está entre las ruinas de una iglesia y bajamos por un paseo por el lado del mar hasta el puerto y el faro. Cogiendo ya la autocaravana visitamos la antigua universidad y la casa del marqués de Comillas. Nos dirigimos a San Vicente de la Barquera bajo la lluvia y nos quedamos sin poder hacer la visita de la ciudad a pie. Esta noche dormiremos en el camping caravaning Oyambre utilizando la tarjeta Acsi.
Iniciamos el día yendo a visitar la cueva del Soplao, cuyas entradas habíamos comprado por internet para asegurar la hora. Luego nos dirigimos hacia Potes por un bonito itinerario: Tudanca, presa de la Cohilla (con una bonita cascada antes de llegar), Polaciones y Pesaguero. En la comida empieza a taparse el cielo y antes de subir a Fuente De con la intención de coger el teleférico y disfrutar de sus magníficas vistas de la zona de Picos de Europa miramos las webs cams y vemos que la visibilidad es nula y decidimos no hacer noche allí y usar nuestro plan B y abandonar la zona por el desfiladero de la Hermida para dirigirnos a la Barcena Mayor. Disfrutamos visitando este tranquilo pueblo antes de cenar, totalmente vacío a esas horas y dormimos en el parking.
Salimos dirección a Fontibre por el bonito puerto de Palombera y visitamos el nacimiento Del Río Ebro. Seguimos camino dirección a Burgos por Reinosa y el embalse del rio Ebro para hacer una parada en Orbaneja del Castillo y ver las cascadas del rio por dentro del pueblo, pero al coger la estrecha carretera nos comenta un coche que salía que está colapsado y que no entremos. Nos apuntamos este lugar en sitios para visitar en próximos viajes y nos dirigimos al área de Burgos. Esta tarde visitamos la ciudad bajo el frío, lluvia y algún rato nieve despidiéndonos ya de nuestro viaje ya que al día siguiente ya emprenderemos el viaje de vuelta.
